jueves, 16 de marzo de 2017

SALON KITTY

FICHA TÉCNICA


Título Original: Salon Kitty
Año: 1976
País: Italia
Duración: 129 min.
Director: Tinto Brass


SINOPSIS

En plena Segunda Guerra Mundial, los nazis deciden sustituir a las prostitutas polacas de un famoso burdel, Salón Kitty, por bellas e inteligentes alemanas que, además, deberán simpatizar con el partido nazi. Pero Kitty, la dueña del burdel, no está dispuesta a aceptar las nuevas reglas y decide plantarle cara a los alemanes. La Gestapo, ignorando las quejas de Kitty, seguirá adelante con su proyecto de entrenar a las alemanas para hacerlas prostitutas profesionales.



CONTENIDOS

Tipo de relación: Female Domination / Sexploitation
Presencia BDSM: Baja
Estética: Desnudez
Escenas explícitas: Escasas


DESDE LA MAZMORRA

Una película que aparece en muchas listas sobre películas que tratan el BDSM y que siempre me he preguntado el por qué, puesto que bondage y  sadomasoquismo hay poco. Como siempre, en las películas de Tinto Brass lo que hay es mucha teta y mucho culo, menos de lo habitual que en sus últimas películas, pero también anda bien servido. Y es que, pese a todo, si el director italiano hubiera dirigido más películas como ésta, no tendría tan mala prensa como tiene. La historia resulta atractiva, pese a que los nazis estén un tanto manoseados, la idea de espiar las intenciones de los altos mandos y demás clientela cuando están dando riendo suelta a sus perversiones en un burdel, puede dar mucho juego. Pero como no podía pasar de otra manera, la carne le puede y sacrifica la continuidad y el suspense en beneficio de las perversiones a mostrar. Hay algunas escenas destacables, sobretodo al principio del film, donde nos muestra unas secuencias orgiásticas al más puro estilo Calígula que son francamente vistosas, así como la especie de Dr. Menguele del sexo y la perversión, donde hermosas jóvenes se encuentran en celdas y se acuestan con especímenes difíciles de calificar, tales como enanos, lisiados, neardentales ... En definitiva, que en relación al BDSM, salvo algún cliente del burdel aficionado, es difícil de encontrar.


IMÁGENES














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